La importancia del Mediador en la Empresa Familiar

El Abogado Mediador, la figura imprescindible para un protocolo de Empresa Familiar

¿Qué es el Protocolo Familiar?

El Protocolo Familiar de empresa es un acuerdo por el que los accionistas y futuros accionistas, independientemente de si participan o no en el negocio, pactan las normas que deben regir la relación familia-empresa-propiedad en el futuro. 

El Mediador es imprescindible en la Empresa Familiar

El Real Decreto 171/2007, de 9 de febrero, por el que se regula la publicidad de los protocolos familiares (en adelante, el “RD 171/2007”), define esta figura como “aquel conjunto de pactos suscritos por los socios entre sí o con terceros con los que guardan vínculos familiares que afectan una sociedad no cotizada, en la que tengan un interés común en orden a lograr un modelo de comunicación y consenso en la toma de decisiones para regular las relaciones entre familia, propiedad y empresa que afectan a la entidad” (art. 2.1 RD 171/2007).

Origen

El protocolo familiar es una figura jurídica relativamente reciente en nuestro ordenamiento jurídico. Se desarrolló originariamente en Estados Unidos desde la década de los sesenta del siglo XX. Y en la cultura anglosajona recibió el calificativo de Family Constitution.

Se trata de un documento contractual en el que los socios de una determinada empresa hacen constar por escrito acuerdos consensuados que regulan las relaciones profesionales, económicas e incluso personales entre los miembros de una familia empresaria y la empresa de la cual es propietaria. Además del funcionamiento interno de la misma. 

En definitiva, el protocolo familiar es la herramienta para regular el funcionamiento de la empresa y la implicación familiar con vistas a la continuidad del proyecto empresarial.

Ámbito de actuación

El protocolo familiar necesita abarcar cuatro áreas fundamentales, a saber: 

 1 Políticas de decisión y gobierno: esta área incluye los aspectos relacionados con el gobierno familiar, el consejo de administración o los estatutos sociales.

2 Políticas de rentas: donde se tratarían cuestiones como los dividendos mínimos, distribución o la sindicación de acciones.

3 Políticas de empresa: donde se regularán temas como las jubilaciones, los mecanismos para determinar la sucesión, el empleo de familiares, concesiones retributivas para los que se jubilan, entre otros.

4 Políticas sociales y familiares: donde se establecerán las reglas a seguir en cuanto a, por ejemplo, la formación de jóvenes, la retribución, la solidaridad familiar o las tradiciones familiares que deberán de mantenerse a lo largo del tiempo.

La figura del Abogado Mediador en la Empresa familiar

Con la colaboración de un abogado mediador, en las reuniones que mantiene la familia empresaria durante el proceso de Protocolo familiar, lo que se busca es alcanzar el consenso y llegar a acuerdos satisfactorios para todos, así como resolver algunos conflictos latentes en la familia, si los hubiera. 

La definición del acuerdo necesita inexorablemente de un proceso de mediación bien conducido por un experto por la importancia de adoptar las decisiones por consenso y no por imposición o votación. Esto es muy importante para evitar la sensación de que hay ‘vencedores y vencidos’ lo que convertiría el documento en papel mojado sin viabilidad futura.

Cada Protocolo Familiar es distinto

Todo esto hace que el Protocolo familiar no sea un producto jurídico estándar que se compre y que resulte válido para cualquier familia-empresa. Los contenidos del mismo se adaptan a las circunstancias de cada familia y empresa y esto es un factor que hace que el proceso de Protocolo familiar requiera algo de tiempo. Pero no hay que olvidar que al final el documento en sí, tal vez, es lo menos importante. La clave del éxito del Protocolo familiar está en todo el trabajo de mediación previo a la firma.

Desarrollar un buen Protocolo familiar requiere un cierto tiempo, porque es un proceso complejo en el que AM – Abogados en Mediación desarrolla un acuerdo a medida de cada familia empresaria. Por tanto, no existe un modelo generalizado o único. Hay que huir de cualquier modelo estándar o normalizado que nos ofrezcan en el mercado y que pueda resultar barato. Ciertamente, al ser un documento no adaptado a la realidad de empresa y falto de negociación solo servirá para dificultar el funcionamiento. Y con el tiempo, escalar los posibles conflictos y generar desconfianzas y malos entendidos.

El Mediador y la Empresa Familiar en nuestro Modelo

Órgano de gobierno de una Empresa Familiar

En Abogados en Mediación nuestros abogados mediadores utilizan el modelo basado en el siguiente proceso:

Definir el escenario de continuidad y de visión compartida

En esta primera fase se realiza un diagnóstico de la empresa y de la familia. Mediante entrevistas y del análisis de la situación en que se encuentran la empresa familiar y la familia empresaria. Acabado esto, podremos elaborar un plan estratégico familiar que nos servirá como punto de partida de la redacción del Protocolo Familiar.

Mediar la definición precisa de las normas de conducta y procedimiento

Son las normas que regularán las relaciones familia-empresa-propiedad. Esta fase es la más larga y compleja. Porque es cuando el abogado mediador debe suscitar que las partes implicadas alcancen dentro de la Empresa Familiar un acuerdo satisfactorio para todos los puntos que se han de regular. Este proceso meditado es imprescindible para que el protocolo sea viable a largo plazo.  El compromiso de todos es esencial para tener un válido “family constitution”. El protocolo requiere dedicación intensa del abogado mediador y de todas las partes intervinientes.

Posteriormente, se redacta el Protocolo Familiar que es firmado y que tiene el carácter de contrato privado.

Poner en marcha los órganos de gobierno

O adecuarlos en caso de que ya existan y no se utilicen correctamente, en vistas a la profesionalización de la empresa familiar. Con el Protocolo Familiar ya elaborado e implantado, el siguiente paso es acompañar a la familia empresaria en la puesta en marcha de los órganos de gobierno. Especialmente del Consejo de Familia y del Consejo de Administración. En ocasiones, también es necesario ayudarla en otros aspectos como la formación de los futuros sucesores.

Conclusión

Como vemos, el Protocolo familiar es mucho más que unas normas escritas, es un compromiso de todas las generaciones para la continuidad de la empresa, y por ello, debemos tener muy claro que el protocolo familiar solo servirá si éste es perfilado mediante el consenso de la familia y la empresa. Y que ese consenso pacífico y duradero solo se conseguirá con la dirección de profesionales que aúnen los conocimientos técnicos de un buen abogado. Y por supuesto, también las habilidades de un mediador. Como los profesionales de AM – Abogados en Mediación.

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