La importancia de la Mediación

Tras 10 horas en Juicios confirmo la importancia de la Mediación.

En 1906 el profesor norteamericano Roscoe Pound realizó la apertura del Congreso de la abogacía americana con un notable discurso sobre las deficiencias de la justicia de la época, tras los 130 años de independencia como colonia británica. 

Setenta años después, se celebró la conferencia titulada Pound Conference en su honor. En esta conferencia acerca de las causas de la insatisfacción popular de la Justicia, el presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos, el Juez Burger ya propuso la búsqueda de soluciones fuera del ámbito de los Tribunales, ante el previsible incremento de la litigación en los años venideros.

En la misma conferencia, otro ponente, el profesor Sander se refirió a la creciente presión de la Administración de Justicia en base a factores como:

  1. La complejidad de la sociedad moderna.
  2. El crecimiento del gobierno y del Estado.
  3. Las expectativas de la ciudadanía. 
  4. La pérdida del predicamento de la familia, escuela o Iglesia en las relaciones privadas.

Hoy, 45 años después, hay que reconocer las mejoras que la sociedad democrática y el estado del bienestar han traído a la ciudadanía. Pero, por otro lado, la realidad es que se ha ido agravando la presión sobre el sistema de Justicia. 

Actualmente, vivimos dentro de un modelo de relación interpersonal crispado, antagónico, “adversarial”, individualista, competitivo e insolidario. En el que se hace uso de los Servicios Públicos como el de Justicia para justificar pedimentos a veces insostenibles por el hecho de que es otro, el Juez, el que carga con la responsabilidad de solucionar el conflicto. 

El propósito del Derecho no es ganar pleitos, sino resolver conflictos. 

Esta semana he participado en ocho juicios. Todas las controversias y digo todas, adolecieron de mediación o de una negociación real previa. No solo porque gran parte de ellas se habrían solucionado antes evitando el pleito. Sino porque en los casos en los que era imprescindible la intervención judicial, la negociación “real” previa habría transparentado el trasfondo del litigio haciendo la labor de la juez infinitamente más sencilla.

Es imprescindible para el buen funcionamiento de la justicia, que las partes se hagan responsables del conflicto y de la solución. Ser honestos y reconocer los intereses de contrario. Para ello, hay que asimilar que las controversias no son las personas que intervienen en ellas, sino un problema común cuya solución es responsabilidad de todas los implicados. No solo del Juez.

Y los abogados deben involucrarse en conocer a fondo la controversia. Sin esta labor previa, es imposible buscar soluciones alternativas al litigio, (lo que es su primera obligación). Así como llevar a cabo una defensa eficaz y clara ante el juzgador.

Lo decíamos al principio, tras 10 horas en juicios resulta más que evidente la importancia de la mediación.

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