La pandemia COVID, la Guerra de Ucrania, el comienzo del fin de la globalización, la modalidad del trabajo flexible, el debate sobre la eficacia de una semana laboral de cuatro días, la transición hacia un futuro más verde y la digitalización de los procesos nos abocan a un futuro super incierto en el mercado laboral.
Ahora bien, hay una serie de tendencias críticas:
1. La escasez de talento.
La escasez de talento es un grave problema y las razones para ello son innumerables. Muchas vienen de lejos como el cambio hacia la automatización y la digitalización, la transición verde, la falta de condiciones de trabajo, la orientación hacia la educación superior en lugar de vías de formación basadas en el trabajo, y el desajuste entre la educación y trabajo.
La pandemia ha empeorado la situación. Los países que cerraron sus fronteras obstaculizaron la movilidad del talento; muchos países han visto un número desproporcionadamente alto de trabajadores jubilarse anticipadamente y abandonar la fuerza laboral. Finalmente, el virus impactó sobre el talento, afectando la salud y la capacidad o disposición de las personas para recuperar su actividad laboral. Esta es una de las razones por las que forma híbrida hogar/oficina está aquí para quedarse.
La escasez de talento también afecta a las perspectivas económicas. Si bien La recuperación global parece seguir, su impulso disminuye y es cada vez más desequilibrado, según el último Economic Outlook de la OCDE .
El informe de la OCDE predice un repunte del crecimiento económico mundial al 4,5 % en 2022, antes de volver al 3,2 % en 2023. Una clara recomendación: los países más ricos deben invertir en actualización y mejora de las habilidades de la fuerza laboral si quieren evitar un aumento a largo plazo del desempleo.
2. La transición verde
La transición verde está aquí y las economías de todo el mundo deben orientarse hacia un futuro más sostenible. Hasta ahora, la cuestión ha girado en torno a las habilidades ecológicas , pero no abordó de manera integral cómo hacer que esa transición suceda de manera justa para las personas. La mayoría de los compromisos asumidos descuidaron el “cómo”.
Hay que conjugar lo social con lo ambiental en lugar de verlos como dos pilares distintos. La mitigación del cambio climático exige un enfoque centrado en el ser humano invirtiendo en personas para garantizar que la transición verde sea eficiente.
Las empresas deben elaborar una estrategia de talento cohesiva. Esto comienza con la evaluación de las habilidades que su organización necesitará en los próximos dos a cinco años. Por ejemplo, algunas empresas clave de la industria automotriz están invirtiendo en capacitar a los trabajadores, desde especialistas mecánicos hasta ingenieros de software, para preparar mejor a las organizaciones para la revolución eléctrica.
3. La transformación digital y el trabajo híbrido seguirán cambiando las empresas
Hay dos partes clave para una transformación digital exitosa. El primero es la transformación de las industrias y las empresas y el efecto que tiene sobre las habilidades. El segundo es el impacto que tiene la digitalización en la cultura de una organización (por ejemplo: reclutamiento, incorporación y liderazgo digital y remoto).
Todas las industrias se van a convertir en “industrias inteligentes”, y las transformaciones digitales están afectando a todas las empresas por igual. Una cosa es hablar de la transformación digital y otra diferente implementar estos cambios. No se trata solo de construir las herramientas, la tecnología y las infraestructuras adecuadas para facilitar esta transformación, sino también de contar con que las personas tengan las habilidades adecuadas para administrarlas y trabajar con ellas. Los directores de recursos humanos jugarán un papel crucial en las organizaciones definiendo las habilidades necesarias en el futuro.
Un reciente informe de la multinacional de Recursos Humanos Adecco expone que el 68% de los líderes de recursos humanos actualmente no tienen una estrategia para el futuro del trabajo. Y que el 66 % de los trabajadores cree que necesita adquirir nuevas habilidades para seguir siendo empleable en los próximos años. Solo el 37 % de los no gerentes/directivos siente que su empresa está invirtiendo suficientemente en sus habilidades y desarrollo profesional.
El trabajo en un entrono híbrido
Transformar la manera en que trabajamos también ha sido y seguirá siendo un desafío. Pero no hay vuelta atrás. El cambio a entornos de trabajo más flexibles e híbridos llegó para quedarse . Con la implantación de políticas adecuadas en la transición al trabajo flexible, se impulsará la productividad, se fomentará un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal y aparecerán fuentes ocultas de talento, lo que ayudará a abordar el problema de su escasez. Es crucial acompañar la transición digital de modelos de trabajo flexibles.
Las empresas tendrán que priorizar el desarrollo profesional de los trabajadores a través de la mejora y la reconversión profesional, permitiendo horarios flexibles y modelos de trabajo híbridos. Asimismo, la salud y el bienestar cobrarán protagonismo en el mundo laboral a medida que los trabajadores exigen más y mejores prestaciones y una mayor conciliación de la vida laboral y familiar.
La competitividad, la innovación y la productividad de las empresas pasa por recuperar a los trabajadores que se sienten desconectados y desencantados con sus puestos y perspectivas de carrera.
4. Equidad y protección social en el trabajo.
A raíz de la pandemia, la inclusión, la equidad y la igualdad se convertirán en un enfoque clave para muchos. Cada trabajador tiene circunstancias diferentes y, las empresas deben asignar los recursos y oportunidades específicos que necesitan para alcanzar un resultado igualitario.
Un caso claro es el de las mujeres profesionales y trabajadoras a las que la pandemia ha afectado especialmente. Décadas de arduos avances en materia de igualdad empezaron a desmoronarse cuando las mujeres dejaron los puestos de trabajo y se recluyeron en el hogar para trabajar y cuidar de la familia. Los datos muestran que menos mujeres que hombres recuperarán el empleo durante la recuperación de Covid-19, según la OIT .
5. Transparencia y rendición de cuentas.
No es nuevo pero la realidad es que la transparencia y la rendición de cuentas adquiere año a año mayor importancia. La reputación, la imagen, la marca ha de ganarse a través de hechos. El talento, cada vez con más poder, exige de las empresas empatía comprensión e interés por sus inquietudes, necesidades y preocupaciones.
Se va modelando un mercado de trabajo que requiere de un mayor cuidado y atención por parte de las empresas, organizaciones y Administración Pública.
Saber cómo generar talento, retenerlo y atraerlo es la diferencia competitiva más importante para el progreso económico y social.
